Un gran número de especies fito y zoo planctónicas se desarrollan normalmente en las piscinas acuícolas. Hay poblaciones de microalgas que se ubican en la columna de agua y son parte de la turbiedad, pero las hay también bentónicas y se desarrollan sobre el fondo de las piscinas. Cada especie aprovecha los nutrientes que el agua les ofrece, pero las predominantes son las que mejor ventaja han obtenido de las variables físicas y químicas dadas en esos ambientes. Desde el punto de vista nutricional, las microalgas representan la productividad primaria de una piscina acuicola, siendo un alimento necesario para las primeras etapas de desarrollo de peces y crustáceos; pero para los moluscos la productividad primaria es necesaria durante todo su ciclo de desarrollo.
Las microalgas proporcionan nutrientes frescos, como proteínas, vitaminas, carbohidratos y minerales; pero su contenido de ácidos grasos altamente insaturados (HUFA), en particular el ácido eicosapentaenoico (20: 5n-3, EPA), ácido araquidónico (20: 4n-6, ARA) y ácido docosahexaenoico (22: 6n-3, DHA), que han servido de base para valorar la composición nutricional de las micro algas utilizadas en la alimentación de los organismos bioacuaticos. Estudios de Ecología Microbiana establecen que, una gran cantidad de micro algas no es consumida directamente por peces y camarones, pero si es aprovechada por los microorganismos heterotróficos, que la convierten en biomasa microbiana de alto contenido proteico (Lowell y Konopka, 1985). Estos microorganismos actúan como vínculo entre los procesos de producción primaria, propiciando la reintroducción de compuestos inorgánicos en el sistema y produciendo biofloc (Wetzel, 1992b).
Las microalgas que los camarones y peces ingieren en las piscinas modifican y estabilizan el valor nutricional del balanceado que estos organismos consumen. Especies zooplantónicas como copepodos, rotíferos, veliger y artemia cuando consumen estas microalgas potencian su contenido nutricional, volviéndose alimentos vivos de gran valor proteico y enzimático. Estas especies son portadoras de enzimas que actúan directamente en favor de la actividad digestiva de los camarones y peces que los consumen. En resumen, la presencia de poblaciones estables de fito y zooplancton en las piscinas no solo que son buenas indicadoras de calidad de agua, sino que su ingestión aumenta el apetito del organismo que las consume sean camarones o peces, induciendo a una mayor ingesta del balanceado y propiciando una mejor asimilación del mismo (Wyban & Sweeney, 1991).
Las nuevas tecnologías de producción han llevado la actividad acuícola hacia modernos conceptos de manejo, empleando sistemas super intensivos con altas densidades de siembra por hectárea, generando la necesidad de contar con dietas formuladas más completas. Actualmente estos nuevos conceptos de producción, en particular del camarón, con sus altas densidades de siembra, han hecho que el uso de alimentos formulados sea más fuerte, volviendo la productividad primaria un complemento en la nutrición. A manera de ejemplo, en la figura de abajo se puede ver cómo la alimentación natural disminuye de acuerdo al sistema de producción que se emplee y el vértice del triángulo que representa el alimento natural finaliza en las bases de los triángulos que representan la densidad de animales sembrados y el grado de alimentación formulada que requiere.
En el artículo Manejo de la Productividad Natural en el Cultivo del Camarón (1) se menciona que, en los sistemas semi intensivos la productividad natural puede soportar la alimentación de la población de camarón hasta por ±30 días, a partir de la siembra de las postlarvas. En el mismo artículo también se hace referencia a la necesidad de fertilizar el agua para sostener al máximo la productividad natural, y se calcula que la biomasa crítica del camarón se ubica entre 100 y 300 Kg/ha. Después de este valor será necesario el alimento balanceado.
Como ya se mencionó, hay otra importancia atribuida a las microalgas en los cultivos acuícolas, y es el que se refiere a su papel como indicador de la calidad del agua de las piscinas. Este punto toma mayor importancia, ya que ellas convierten el CO2 en O2, estabiliza el pH y remedia la calidad del agua en general (2). Medir la visibilidad con el disco Secchi ayuda a estimar la productividad en una piscina, luego de asegurarse que ella esté dada por plancton y no por partículas o sedimento suspendido. Se ha considerado que una medida entre 30 y 40 cm del disco Secchi es aconsejable para mantener una buena productividad natural en el agua.
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