Los productores de camarón siempre deben tener un enfoque amplio en el manejo de las piscinas, vigilando la calidad del agua y revisando la higiene del fondo. Hay dos metabolitos tóxicos que influyen mucho en la salud del camarón, son los gases amoníaco (NH3) y sulfuro de hidrógeno (H2S). Si ambos se mantienen por largo plazo afectarán la producción, aun cuando sus niveles estén por debajo de los rangos considerados aceptables. La presencia de ambos gases aumenta rápidamente si hay una sobrealimentación. El primero es un subproducto de la degradación de la proteína y se vuelve nocivo ante un pH superior a 8.5. El segundo proviene de la mezcla del balanceado no removido, más las heces de camarón y el plancton muerto, todos acumulados formando las áreas anóxicas de las piscinas. En el artículo anterior se mencionaron aspectos inherentes al origen de las elevadas concentraciones del NH3 y procedimientos para disminuirlas en las piscinas.
Hay camaroneras que han sido construidas sobre suelos sulfúricos ácidos (SSA) y tienen un pH de valor inferior a 5.5 durante la mayor parte del año, pudiendo llegar a 3. Son suelos ricos en humus o ricos en pirita de hierro y presentan altas concentraciones de H2S, de aquí el nombre suelos sulfúricos ácidos (SSA). Ante las elevadas temperaturas del agua el H2S se vuelve tóxico a un pH 6.5; pero en aguas con pH 7 este gas normalmente está en equilibrio, bajo la forma de ion HS⁻. Si llegara a suceder que el pH es menos de 6 este gas existirá en forma tóxica (H2S venenoso). Por ejemplo, consideremos que el agua tiene pH 5 y su temperatura está en 24°C, el 99.1% del H2S está como gas venenoso; pero, si el pH es 8 solamente el 8% del H2S es tóxico. El agua de una piscina, que proviene del mar o del estuario, normalmente presenta menor variación del pH (8 a 8.3), debido a que está amortiguada por su contenido de sales hidrolíticamente activas. Esto no ocurre con el agua dulce o de baja salinidad que, por su bajo contenido de minerales, son más proclives a ser inestables ante la carga de materia orgánica acumulada en el fondo y, sumado a la presencia de los metabolitos tóxicos, requieren mayor monitoreo del pH y de las concentraciones de NH3 y SH2 de cada piscina.
Hay fondos de camaroneras muy usadas que presentan sobre acumulación de materia orgánica, su pH es bajo y reduce la actividad microbiana, con poca disponibilidad del fosforo. Estas condiciones presentan el típico olor a huevo podrido del gas H2S, pero que puede eliminarse con la remoción de esta carga orgánica, más aireación y adición de bacterias correctoras. Aun tratándose de una concentracion muy baja (0.001 ppmH2S), la presencia prolongada de este gas incidirá en la producción. La concentración de H2S considerada segura para el cultivo de camarón es de menos de 0.01ppm. Para la SLA (Ecuador) los rangos permisibles son de 0.00 a 0.30ppmH2S, para agua dulce y salada indistintamente.
- FEED MANAGEMENT IMPROVES PROFIT IN SHRIMP.
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July 2014 global aquaculture advocate
- FARMING TOGETHER
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