Vía a la costa Km 15.5, Guayaquil - Ecuador
(+5934) 204 6394
ecuador.sales@adm.com

La realidad de Taiwán y Ecuador en la alimentación del camarón. Los comederos automáticos.

Balanceados Nova S.A. Balnova

Viví en Taiwán los cinco años de mi universidad, allá por la década de los 80. Fueron años de aprender sobre la cultura china, su lenguaje, sus costumbres y por supuesto acuacultura. Para cuando fui, Taiwán había ya desarrollado alguna experiencia en el manejo acuícola, con los estudios biológicos, los ciclos cerrados y la producción de varias especies de peces de agua dulce y marinos. En ese entonces sus investigadores estaban desarrollando el cultivo de abalón, un Haliotis muy apetecido por su carne. El ciclo larvario de la especie Metapenaeus japonicus había sido desarrollado en todas las fases por el Dr. K. Shigueno. También ya se conocía la tecnología para el cultivo de larvas del P. monodon y el Dr. I-chio Liao, en ese entonces director del laboratorio marino Tung-Kang, trabajaba en la parte nutricional de dicha especie en Taiwán.

 

El cultivo de camarón en la isla no se pudo desarrollar en grandes extensiones, como sí ocurrió en Ecuador. La limitación del espacio físico indujo a los taiwaneses a emplear altas densidades de siembra de P. monodon y a optimizar, en lo posible, todo recurso relacionado con la cría del crustáceo. El alto costo del balanceado y de la mano de obra fueron los aspectos de consideración que indujeron a perfeccionar las metodologías de alimentación. Parte de esas innovaciones ya han sido probadas en otros países, incluido Ecuador. En Taiwán los tamaños de las piscinas promediaban el cuarto de hectárea, con profundidad de 1.5 metros. El agua utilizada para llenar las piscinas de engorde era bombeada directamente del mar y para bajar la salinidad se mezclaba con agua dulce de acuíferos. Las paredes de las piscinas fueron de cemento, pero el fondo era de tierra con capas de arena.

 

En el tiempo que estuve ya no se usaban alimentos crudos y el balanceado se suministraba por voleo, desde los bordes de las piscinas. Se dosificaba de acuerdo a los sobrantes de la bandeja testigo y se empleaba una bandeja por piscina, colocada a quince metros del borde. Cuando los estándares de vida subieron en Taiwán, también la mano de obra se incrementó y no resultaba fácil conseguirla. Las siembras de camarón con altas densidades por un lado, las necesidades de optimizar el uso de los balanceados y el de cubrir el déficit de mano de obra por otro, encontraron en los alimentadores automáticos la mejor opción. Los diferentes modelos de alimentadores que se diseñaron, tanto para peces como para camarones, buscaron cubrir exitosamente dichas necesidades en Taiwán. En Ecuador estos equipos bien podrían resultar convenientes, después que se haga todo el análisis pertinente previo a su uso.

 

La alimentación representa el costo operacional más alto en una granja camaronera y cualquier esfuerzo se hace para asegurar la eficiente utilización del balanceado. En la operación de cultivos intensivos el crecimiento de camarón es completamente dependiente del balanceado, que puede ser suministrado con alimentadores automáticos. Estos dispositivos dan una cantidad determinada de alimento a intervalos, durante 24 horas y son programados para suministrarlo en pequeñas cantidades, permitiendo al técnico alimentar las piscinas sin estar físicamente presente. Visto así, es significativo el ahorro en costo laboral y balanceado que se tiene con el uso de los alimentadores automáticos, asumiendo que cada alimentador no tiene que ser llenado diariamente. El uso de estos dispositivos amerita un análisis de costo-beneficio, considerando la cantidad de alimentadores que una piscina grande pueda requerir.

 

Los comederos automáticos - Balnova - 2

 

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *

This site uses Akismet to reduce spam. Learn how your comment data is processed.