Las bacterias del género Vibrio son Gram-negativo, bacilos de entre 2 y 3µ de largo. Las especies de Vibrio que afectan al camarón son consideradas patógenas oportunistas, siendo los cambios ambientales extremos los que estimulan su reproducción, llegando a superar el número de colonias que el camarón tolera. Las bacterias Vibrio actuan extracelularmente y son el hepatopancreas e intestino los lugares donde más se alojan. A estas bacterias se les atribuye alrededor de 11 patologías, reportadas en todos los países donde se cultiva L. vannamei, afectando a larvas y adultos. Al menos 14 especies del género Vibrio han sido reportadas como causantes de enfermedades en los sistemas de cultivo de todo el mundo: V. harveyi, V. splendidus, V. parahaemolyticus, V. alginolyticus, V. anguillarum, V. vulnificus, V. campbelli, V. fischeri, V. damsella, V. pelagicus, V. orientalis, V. ordalii, V. mediterranii, V. logei.

Actualmente los cultivadores de camarón son más cautos ante las enfermedades que amenazan la actividad. Tran et al. (2013) reportaron al V. parahaemolyticus como el causante de la enfermedad de la necrosis hepatopancreática aguda (acute hepatopancreatic necrosis disease or AHPND, en inglés), o síndrome de mortalidad temprana (early mortality syndrome or EMS, en inglés). Posteriormente I Hirono, (‎2016) encontró genes de virulencia del V. parahaemolyticus en el V. harveyi. Cano-Gómez, (2011) ya había agrupado estas especies en un clado conocido como el Harveyi clado, un término que se refiere a especies que provienen de un ancestro común, de la familia Vibrionaceae. Estos descubrimientos han generado mayor preocupación en los cultivadores de camarón, por la peligrosidad que encierra la transferencia de estos genes – plásmidos – entre cepas de V. parahaemolyticus y las especies del Harveyi clado.

Las especies de este clado son: V. harveyi, V. alginolyticus, V. parahaemolyticus, V. campbellii, V. rotiferianus, V. mytili, V. natriegens, V. azureus, V. sagamiensis, V. owensii, V. jasicida.

Vibrio harveyi QT520, en tinción negativa se observa que es una célula en forma de
barra, de 1.6 a 2.2μm de longitud y de 1.0 a 1.1μm de ancho, con un solo flagelo polar.
Research article Aquaculture, Fisheries and Fish Science Genomics Microbiology.
Published December 8, 2017 PubMed 29230364.

Los vibrios están presentes en el agua, en el sedimento y en el camarón, y mantenerlos en niveles mínimos es el objetivo. Monitorear las concentraciones de estas bacterias en el agua de la piscina debe ser parte de un procedimiento operativo estándar (standard operating procedure or SOP, en inglés). En el camarón se recomienda monitorearlas en el hepatopancreas e intestino, por ser los órganos más sensibles y donde mayormente se alojan. Para Bruno Gómez-Gil (2005), empleando agar TCBS, para hepatopancreas de larvas y post larvas de L. vannamei, se considera un valor aceptable hasta 10³UFC/gr de tejido; para juveniles y adultos hasta 〖10〗^5UFC/gr.

Enfermedad de la necrosis hepatopancreática aguda (AHPND) en L. vannamei cultivado en México.
(a) Hepatopáncreas de L. vannamei sanos. Con flechas los infectados con AHPND.
(b) En hepatopáncreas disectados las flechas muestran la atrofia del órgano y de color blanquinoso.
Ilustración tomada de : http://aem.asm.org/content/81/5/1689/F1.expansion.html

Como una alternativa a los antibióticos, para el control de enfermedades bacterianas, surgió el uso de aditivos naturales antibacterianos, junto con la aplicación de estrategias para mejorar la calidad del agua y del suelo de cada piscina. Hasta ahora las esencias y ácidos orgánicos han sido una opción para controlar vibrios en el camarón. Una prueba in vitro realizada por Adams & Boopathy (2013), reportaron que una baja dosis de ácido fórmico (ácido metanoico H-COOH) tuvo buen efecto de inhibición en 5 cepas de Vibrio. Los patrones de crecimiento de estas cepas estuvieron en concordancia con el cambio de pH de los medios. El pH del tratamiento que resultó completamente inhibido por el ácido orgánico fue de ≤ 5 y probablemente el Harveyi clado se inhiba cuando el pH del medio está en 5 o debajo de este valor.
La mezcla de diferentes ácidos orgánicos, en combinación con aceites esenciales, sería una respuesta a la búsqueda de una sinergia, que permita enfrentar con éxito los vibrios en las diferentes condiciones ambientales donde crece el camarón, especialmente cuando se trata de pHs elevados. Cabe recordar que los ácidos orgánicos tienen otras participaciones de orden químico al contactar el agua, como la de ser quelantes de minerales disueltos y obligando a su uso en altas concentraciones.

Referencias:
www.cfsph.iastate.edu/Factsheets/es/vibriosis-in-shrimp-es.pdf
www.aqtinfo.com/2017/02/vibrio-in-shrimp-gut-challenge-and.html
www.elproductor.com/articulos-tecnicos/articulos-tecnicos-acuicolas/como-detectar-la-vibriosis-en-el-camaron/