Las especies del genero Litopenaeus, continúan creciendo y mudando después que alcanzan su madurez sexual. En la hembra, los aspectos más importantes de la reproducción son la ovogénesis, caracterizada por la actividad mitótica y meiótica de los oogonios; y la vitelogénesis, que es la acumulación de las reservas vitelinas en el ovocito.

Feromonas de la pre-cópula
Las feromonas son moléculas esteroides que las hembras, sexualmente maduras, liberan al agua a través de la orina para atraer al macho previo a la cópula. Se considera que estas moléculas también participan en la agregación de los camarones en su ambiente natural y en el reconocimiento intraespecie, durante la migración. Los crustáceos decápodos; por lo general, detectan las feromonas vía “olfato” sensorial. Durante la cópula, el macho transfiere los sacos espermáticos al télico (abierto) de la hembra, ubicado entre el cuarto y quinto par de pereiópodos. En las especies de este género, las hembras maduras pueden alcanzar hasta 240 mm de longitud.

Regulación de la maduración ovárica
La maduración ovárica es regulada por factores ambientales y hormonales; siendo la temperatura, el factor más importante. De acuerdo a Chamberlain et al. (1981), se ha obtenido maduración de L. vannamei a temperaturas del agua de 28°C. Chamberlain y Lawrence (1981), determinaron que las hembras de L. vannamei maduraban mejor cuando eran sometidas a la acción de luz brillante, moderada o solar y con un fotoperiodo de 12:12.

Hormonas de la maduración
La ecdisona y la 20-hidroxiecdisona son las hormonas, de tipo esteroides, que regulan la maduración ovárica. Estudios efectuados con L. vannamei por Chan (1995), muestran niveles bajos de ecdisteroides en las primeras fases de maduración (I, II, III), incrementándose en las fase siguientes, llegando a su nivel máximo en la fase V. Se registró presencia de ecdisteroides en el ovario y variación de esta hormona a lo largo del ciclo vitelogénico. Este patrón de variación hormonal, no es igual en los otros géneros de camarones decápodos; por ejemplo, en Marsupenaeus japonicus (Carvalho, 1997), presenta un perfil de ecdisteroides, con niveles que disminuyen progresivamente desde la fase I hasta el final de la fase IV, y aumenta bruscamente en la fase V, que corresponde al desove (Fig. 1). En P. monodon (Young et al., 1993), se encuentran valores más elevados de estas hormonas en las primeras fases vitelogénicas, seguidos de una caída brusca de la previtelogenesis hasta la maduración. La subida del nivel de ecdisteroides ocurre en la fase final de la maduración; o sea, cuando los ovocitos están listos para ser desovados (Fig. 2).