En la presentación de un artículo escrito en el 2001 por Alejandro Buschmann titulado: Impacto ambiental de la acuicultura en Chile y el mundo, se lee “Como consecuencia, el marco regulatorio es ineficiente, y no sólo arriesga el ecosistema sureño, sino también la proyección de la actividad en el futuro, debido a la degradación del medio ambiente y a los permanentes conflictos que genera”. En otro artículo publicado en abril del 2005, por la organización de nombre Ecologistas en acción titulado “La acuicultura, una actividad muy alejada de la sustentabilidad” leí que su contenido está relacionado con la piscicultura que se desarrolla en la Unión Europea y los efectos que esta actividad ejerce sobre esos ecosistemas acuáticos. Seguramente que, para ese entonces, más de un aspecto citado en este artículo es verdadero; sin embargo, desde esa fecha hasta el presente han transcurrido 10 años donde ya se habrán dado cambios en favor de esos ecosistemas. Me gustaría leer un nuevo artículo de esta organización, donde también destaque esos cambios y beneficios que la actividad piscícola este desarrollando en pro de la naturaleza y de esas sociedades en el presente.
En el resumen de un artículo escrito por Angélica Espinosa Plascencia y María del Carmen Bermúdez Almada titulado: La acuicultura y su impacto al medio ambiente (2011), se lee “Sin embargo, se presentan grandes pérdidas económicas asociadas a enfermedades durante su cultivo, aunado a la intervención intensiva que generan las prácticas acuícolas que van degradando el medio ambiente. Esto es, primero, por la utilización del agua que recibe grandes cantidades de desechos, así como el alimento no consumido por los organismos que se sedimenta en el fondo marino, dañando al ambiente que es habitado no solo por los organismos cultivados sino también por otras especies. Segundo, porque se introducen antibióticos y sustancias químicas al ecosistema durante el desarrollo de la actividad”.
Sabemos que toda actividad productiva genera un efecto sobre el ambiente (me agrada más efecto que “impacto”), pero el mundo avanza y el tiempo sigue su marcha. Los comestibles y demás bienes que la sociedad necesita siguen produciéndose. Pero también está creciendo el número de personas con mayor respeto a la naturaleza, y en esta concientización no solo están el sector productivo y académico, sino también los gobiernos, creando leyes y ordenanzas, para controlar que sus actividades sean sanas y amigables con el entorno. Nuestra industria acuicola ecuatoriana no es la excepción y avanza en todos los frentes. Cómo se entenderá todo esto?. Las mejoras en las aplicaciones técnicas de los últimos años está acercándola más a encontrar el equilibrio ambiental en los confinamientos, tanto del agua como del suelo, porque ha entendido que es de esta forma como asegura menos patologías, mejores crecimientos y optimización de costos. Hemos avanzado en genética, en nutrición, en microbiología y patología, en química aplicada al agua y al suelo, y en la ingeniería de los diseños de estanques. Los últimos modelos de estanques son más versátiles y el liner facilita la limpieza y evita el desperdicio. Los desechos orgánicos que se producen en un ciclo de producción son reciclados dentro del mismo estanque y las aguas que se descargan a los estuarios son química y biológicamentemente estables, porque vienen de un proceso técnicamente equilibrado.